PARTICIPACIÓN INFANTIL-ÁMBITO ESCOLAR-#PEQUEÑ@S SUPERHÉROES
#PEQUEÑ@S SUPERHÉROES
¡Hola a tod@s!
Sumamos
una nueva entrada a este Blog Con A de Amor, para abordar cuál es el mayor reto
de la participación infantil y cómo podemos llevarlo a cabo desde los espacios
y comunidades educativas.
Desde
mi experiencia como docente, habiendo estado en diversos centros educativos, siendo
coordinadora de algunos planes y proyectos, así como realizando numerosos
cursos de formación continua al profesorado, quizás uno de la problemática que
nos encontramos, es el miedo al cambio, miedo a “perder el control”, miedo de
progresar para no renovar, miedo a “más trabajo”, miedo a “ser criticado”, “cuestionado”…
En definitiva, uno de esos #retos es el MIEDO, ante un nuevo modelo educativo abierto,
flexible a los cambios, que incluya la participación de toda la comunidad
educativa siendo los alumn@s protagonistas de dichos aprendizajes; motivador,… Por
tanto, que fomente la autonomía y la responsabilidad de los niñ@s para que
consigan ser independientes, y en nuestra función como docentes, guiarles en el
proceso de sus aprendizajes.
Por
otro lado, y haciendo referencia a la entrada segunda de este blog, ¡NO ERES MÁS
QUE UN NIÑ@!, quizás es otra problemática a la que nos enfrentamos, ya que
deberíamos de ir dejando a un lado dicha afirmación, de que los niñ@s sólo son más que
niñ@s; y darles la oportunidad de expresar opiniones, emociones; siendo escuchados
así como tener en cuenta sus intereses e ideas.
El
lugar propicio para lidiar contra todo esto, donde valorar y fomentar la
participación de los niñ@s, es el entorno educativo: las escuelas y toda la comunidad
educativa que la conforma. Debemos de dar oportunidades de participación a
tod@s los pequeñ@s dentro del centro (tanto en el aula, como en los diversos
rincones del centro: biblioteca, huerto, reciclaje,…); que se sientan escuchados; motivándolos diariamente a que expresen sus ideas y sentimientos, siendo críticos y
respetuosos; autónomos y capaz de tomar decisiones,… Ejemplo de ello, podrían
ser:
-
Desde que el niñ@ inicia en la escuela (en el curso de 3 años),
comienzan a poner en práctica esta
participación: eligiendo el nombre del grupo-clase, elaboración de forma grupal
y en común las normas del aula que deben de cumplir, seleccionando el recurso
que quiere usar en un rincón determinado,…
-
Los centros educativos, cada vez en mayor medida, trabajan cohesionados
y unidos en proyectos; en los que el alumn@ es el ejecutor del mismo: tema de
interés, ideas previas, ¿qué queremos saber?, mapa conceptual sobre lo que vamos
a investigar, ¿qué hemos aprendido?,
conclusiones. Esta forma de trabajo diferente, dan resultados muy positivos y
gratificantes. Permitiendo a los alumn@s ser protagonistas de sus propios
aprendizajes.
Además de fomentar el derecho de los niñ@s a la participación en los entornos educativos, también se debería de trabajar desde casa; en el ámbito familiar. La familia es esencial para crear conciencia de los derechos humanos e inculcar su respeto. Los padres, madres y tutores legales tienen la responsabilidad de orientar a sus hij@s, en función de su madurez y capacidad, para que ejerzan sus derechos.
Tod@s los niñ@s deben de ser escuchados y tomados en cuenta tanto en los
centros educativos, como en sus casas, así como valorados por toda la sociedad;
ya que serán nuestr@ futuro.
¡UN SALUDO A TOD@S!
Muchas gracias por participar en esta actividad de la Unidad 3.
ResponderEliminarCómo hemos visto en el marco de la Unidad 3, el derecho a la participación en la infancia incluye el derecho a opinar libremente en los asuntos que le afectan, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, conciencia y religión, la libertad de asociación, el acceso a la información y el derecho a la protección de la vida privada. Cualquier niño, niña o adolescente puede tomar parte en procesos de participación infantil, y atendiendo a la etapa educativa en la que se encuentra tendremos que trabajarla de maneras diferentes.
Es muy importante entender y superar que participar no es “asistir”; y esto supone uno de los grandes retos. Al participar planificamos, organizamos, coordinamos, debatimos, decidimos, ejecutamos, evaluamos… y es muy importante entender que el resultado sí importa: un ejercicio de participación en el que los participantes no se comprometen con el resultado, lo evalúan y se responsabilizan en la búsqueda de mejoras no es un ejercicio de participación real.
Hemos visto los beneficios que promover el derecho a la participación infantil puede tener tanto a nivel del alumnado como del centro educativo o de toda la comunidad, y también hemos podido reflexionar sobre esos mitos tan extendidos que suelen presentarse como las grandes barreras contra las que choca la promoción de la participación infantil.
Esperamos haberte motivado e inspirado para promociona de la participación infantil en tu comunidad educativa.
¡Muchas gracias por tus aportaciones!
El equipo de dinamización #EducaDerechosMOOC